Es bueno mirar la propia sombra

Es bueno mirar la propria sombra es el título de un espectáculo tomado de un proverbio mapuche. La realidad ha confrontado a Luisa Calcumil con la discriminación por ser mujer, indígena y artista. Las mujeres mapuche son responsables de transmitir los valores de su cultura oral. Luisa reconoce sus orígenes y el color oscuro de su piel. Plantea preguntas a los ancianos, recupera la lengua indígena, la historia, la filosofía y transmite estos conocimientos de pueblo en pueblo a través del teatro y el canto. A los 70 años todavía sigue su camino enseñando a su público a decir “amor, tierra, sueño, trabajo” en lengua mapuche. Luisa dice que Aimé Painé, la primera cantante mapuche famosa, ha tenido gran influencia en su vida. Luisa recuerda siempre que Aimé decía:
"El saber quién una es, es el primer paso para aprender."

Luisa Calcumil es una artista mapuche. Los Mapuche son una de las etnias que habitan la Patagonia Argentina desde antes de la conquista. Trabaja en teatro desde 1975, ha realizado una veintena de representaciones teatrales, actuado en cinco películas de proyección internacional y en algunos programas de televisión. Después de varios años de actuar sin encontrar obras donde se sintiera representada, Luisa comenzó a escribir sus propios textos y a participar en la creación de espectáculos como protagonista. Así es que aparecieron en el ámbito teatral sus obras de cuño indígena y popular, Es bueno mirar la propia sombra, La tropilla de Ruperto, Folil (Raíz) y la obra Hebras cuya dramaturgia, dirección y actuación fue compartida con la actriz, bailarina y titiritera
Valeria Fidel.

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