La elección curatorial estuvo estupenda e incluyó muchas formas (performances de arte en vivo, instalaciones, nuevo circo, danza, butoh, así como teatro). Es algo que valoro, ya que me he cuestionado muchas veces la bajada del título del Magdalena: red internacional de mujeres en "teatro" contemporáneo. ¿Por qué la palabra "teatro"? ¿Por qué no abrirse a la "performance"?
Hoy en día estamos viviendo cambios en muchos niveles, incluidas las formas en que nos comunicamos y nuestro uso de la tecnología. Creo que es importante reparar en las formas en que estamos repensando, el cómo llegar al público y el uso del espacio performativo con nuevos formatos y/o diferentes propuestas, destacando la visibilidad de los temas de la mujer.
Por ejemplo, el año pasado, Julia Varley y Ana Woolf presentaron un desfile poético con intervenciones breves a través de la ciudad de Pinamar (Argentina), para cerrar el Festival Magdalena Segunda Generación; y el mes pasado, durante Mestiza, varias performances ocurrieron en lugares concurridos en horas ‘pic’, como "Muertas" dirigida por Maritza Farías Cerpa, en Santiago, a la entrada de una estación de metro y en Valparaíso, en la Plaza Sotomayor, alrededor del símbolo patriarcal del "Monumento a los Héroes". Las mujeres quietas, – primero de pie, y luego yaciendo como cadáveres – cada una con una tarjeta con los datos sobre un feminicidio ocurrido en Chile en el 2017.
Memoria y Resistencia
El tema de este año del Festival Mestiza Chile representa para mí un profundo desafío en lo que hacemos como artistas y cómo lo hacemos en la vida contemporánea. ¿Cómo resistimos? ¿Cómo podemos apoyarnos unos a otros? Personalmente, volví a visitar parte de la historia de Chile, yendo varias veces a una de las tres sedes principales del festival en Santiago, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. https://ww3.museodelamemoria.cl
Una arquitectura impresionante, que envuelve al público desde su entrada, con la declaración de los derechos humanos escrita en sus muros exteriores y llevando a la gente a un viaje interior, a través de la horrible dictadura entre 1973 y 1990. La misión de este museo es "
permitir la dignidad para las víctimas y sus familias, estimular la reflexión y el debate y promover el respeto y la tolerancia para que estos eventos no vuelvan a suceder."
El museo me llevó a mi propia historia y cuentos sobre el Holocausto de la II Guerra Mundial, transmitidas por mis padres que sobrevivieron como “niños escondidos”, y que todavía estoy digiriendo para traducirlas a través de las artes, pero aún me pregunto cómo podemos aprender del pasado y transformar nuestro futuro.
La segunda parte del festival se llevó a cabo en Valparaíso, en el Parque Cultural, un complejo arquitectónico que incluye una antigua prisión, que estuvo en uso hasta 1999.
El antiguo bloque de celdas se transformó en el 2000 y ahora se utiliza con fines culturales y talleres multidisciplinarios. La nueva vida del edificio conservó algunos rastros de su pasado, los lockers, algunas de las paredes y algunos paneles en ambas entradas laterales que conmemoran a las personas que también fueron encarceladas durante la dictadura.
Disfruté el episodio de Valparaíso, el horario era más ligero y nos dio tiempo para caminar por esta colorida ciudad con cientos de murales y graffitis, mientras fortaleciamos algunas amistades y haciamos otras nuevas.
Aquí es donde tuve las maeavillosas oportunidades de tomar el taller de clown con Maite Guevara, para descubrir a la ya enterrada "niña salvaje y loca que quiere jugar", y desempolvar y desafiar mi ser en el taller para actores de Geddy Aniksdal. Por un lado, probar su enseñanza me dio una comprensión más sutil de sus trabajos y una nueva faceta de mi interminable desarrollo personal.
Otras formas, habilidades y entrenamiento
En la introducción, hablo de "otras formas" más que el "teatro". Otras formas significa también una variedad de habilidades y entrenamientos, que también fueron ofrecidas por Mestiza Chile durante la semana de Santiago. Siempre estoy interesada en ver performances donde las habilidades otorgan a los performers cualidades especiales, a menudo sostenidas por su conciencia corporal y fuerte presencia. Las imágenes que se quedaron conmigo son:
- las dos breves y mágicas intervenciones de sitio específico, "Pascualas" de Andrea Lagos, bailando y moviéndose en el agua, en la fuente de un parque, y a través de las cañas de un pequeño humedal en un rincón del Museo de la Memoria; una furia a veces y parte del paisaje en otras; Ambas performances al aire libre tuvieron la improvisada participación de diferentes perros
- La fuerte pieza de Butoh
"Golpe, una Mujer Rota" con Natalia Cuellar jugando con la distorsión de su sombra en la pared y proyecciones lumínicas, como capas geológicas, que el cuerpo iba atravesando
- La delicada y poética conferencia performativa "A Menina Boba" de Barbara Biscaro, cantando, bailando con objetos, sonidos y poemas en un espacio que tenía una bonita estética minimalista
- la poderosa conferencia “Investigar y excavar la politicidad de nuestros afectos”, de Ileana Diéguez, denunciando las desapariciones de personas en México y cómo la gente aborda el tema (no sabía que la situación en México estuviera tan mal, la tercera parte de las desapariciones se deben a razones políticas, el segundo tercio al tráfico de mujeres y el último tercio al tráfico de drogas)
- la valiente interpretación de la nueva obra de circo "Instinto" de ByK Cirque con Belén Celedon & Kikko de Maglie, dirigida por Verónica Moraga, dejando impresiones de una mujer luchando consigo misma, desposeída de su cuerpo literalmente con su abrigo colgando en el aire, una pareja disfuncional equilibrándose en una escalera,...
Lo mismo pero diferente
Ver algunas performances varias veces, en diferentes sedes, en variados festivales, en diversos momentos, no solo significa apoyar a mis compañeras artistas, sino que también me da una apreciación más profunda de las habilidades de las performers y directores: como construyen sus personajes, cómo reaccionan a diferentes energías, y cómo se ajustan a un espacio. Estoy pensando en Geddy Aniksdal en "7 Canciones del Refugiado", dirigida por Tor Arne Ursin. Geddy nos hace viajar a través del tiempo con el uso de sus habilidades en artes marciales y algunos pequeños detalles en la forma de relacionarse con los objetos, como un soldado o un hombre anciano. ¡Y cómo Maite Guevara responde y reacciona a las risas de su público, brindando momentos de alegres sorpresas, por ejemplo jugando audazmente con un micrófono en el escenario, como si este fuera un posible dispositivo de vigilancia! También me gusta ver detalles de iluminación, vestuario, utilería,...
Además, disfruté "Geografía Personal" de Mercedes Hernández, dos veces, tomando tequila y recibiendo mi tótem (nahual). En Valparaíso pude ver mucho mejor el piso y descubrí los patrones que Mercedes estaba haciendo con el maíz seco, que parecían pequeñas piedras blancas.
Fui testigo de una iteración de "Daughter" de Jill Greenhalgh, después de actuar en una de ellas en el Festival Transit. Esta vez experimenté el trabajo desde afuera, la riqueza de cada artista trayendo la especificidad de historia y cultura, a su mesa. Un paseo a través de una atmósfera tenue con una gran variedad de emociones, especialmente al sentarse frente a alguna de las performers, contando la historia de un objeto en particular, viajando entre lágrimas, sonrisas y mirada.
Mestiza Chile image gallery
Residencia en Domo Teatro
Domo Teatro es un espacio especial, al pie de los Andes, en medio de una comunidad ecológica, una villa habitada por personas interesadas en la arquitectura sostenible y otros estilos de vida más cercanos a la naturaleza. El Domo se utiliza a diario para clases de yoga y hacer performance. Verónica Moraga y Antonieta Muñoz lo hicieron con amor y lo gestionan. Ofrecieron generosamente a Amaranta Osorio y a mi, una residencia de dos semanas antes del festival, para continuar con el desarrollo creativo de LO QUE NO DIJE, luego de una residencia de una semana en el Teatro Artephile en Aviñón.
Hace menos de un año, Amaranta fue invitada a participar en una conferencia feminista en Madrid. Tras la respuesta del público, decidió poner la mayoría de sus historias en una obra. Ella escribió el guión, que recientemente recibió la mención del jurado del Premio Dolores de Castro, un importante premio en México. Ella formó el equipo que consiste en: Alicia Blass, su antigua profesora y escenógrafa en Madrid, Mohn, una compositora/ingeniero en sonido y diseñadora que conocimos en Avignon, James Cunningham como asesor de movimiento, y yo misma, como ojo externo y video-escenógrafa.
La primera semana en el Domo fue desafiante, Amaranta y yo tuvimos que encontrar una forma de trabajar solo nosotras dos. Como ojo externo, me gustaba descomponer el movimiento y encontrar la forma de manipular objetos "haciéndolo en reversa". Hacer proyecciones de video para mí, significa descubrir y comprender el contenido de la performance, encontrar cómo el espacio puede transformarse y evolucionar durante la performance y cómo encajan con los intérpretes, la dramaturgia, la banda sonora y la luz. Entonces, cada vez el proceso es distinto respondiendo a la sinergia del trabajo. Definitivamente no vengo con una idea preconcebida. A veces, lleva un tiempo comprender cuál será la estética de las proyecciones, cómo interactuarán con el conjunto y la utilería, y cuál será el contenido del video también.
Entonces, pasé la mayor parte de mi tiempo en el Domo, dándole forma a la performance con Amaranta y editando la banda sonora (que es importante en este caso). Los últimos cuatro días, edité el video y lo ‘mapeé’, calzándolo y fijándolo sobre la utilería y el vestuario, para que pudiéramos ensayar con todos los elementos y, finalmente, lo presentamos como una muestra de trabajo en progreso en el festival.
Este capítulo ha sido posible con el precioso apoyo personal de Vero y Anto, que agradezco desde el fondo de mi corazón.
LO QUE NO DIJE es una performance multidisciplinario, sobre pequeñas y grandes violencias que las mujeres enfrentan diariamente, relacionadas con su cuerpo, educación, abuso sexual, inseguridad y la obligación social de ser guapas, silenciosas, sonrientes, productivas y perfectas.